1 . UNA INTERIORIDAD SE COMUNICA Don Bosco empieza las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales escribiendo así: “Muchas veces me pidieron que pusiera por escrito las memorias sobre el Oratorio de San Francisco de Sales y, aunque no podía negarme, dada la autoridad de quien me lo aconsejaba, sin embargo, no me resolvía a hacerlo especialmente por tener que referirme con mucha frecuencia a mí mismo” (p. 6). Son dos aspectos diferentes: uno es la interiorización de lo vivido y el otro la comunicación de la vivencia. Don Bosco se resiste a ponerlo por escrito, pero deja entrever que lo tiene bien interiorizado. Se resiste a comunicarlo “por tener que referirme con mucha frecuencia a mí mismo”. Él lo tiene claro: se conoce a sí mismo, sabe que debe decir “detalles confidenciales”, ha hecho un camino largo y difícil en su historia de vida, ha consultado a personas sabias, se ha dejado orientar, ha discernido y ha meditado profundamente las situaciones cruciales en las que tuvo que
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“ Y aquél que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros” Comienzo de un capítulo… generador de vida Dos maneras distintas de abocarnos a la vida: las narraciones de Lucas y la de Juan. Es una reflexión profunda sobre el misterio de la Navidad : Palabra junto a Dios, vida, luz que brilla en las tinieblas, Hijo de Dios… El tema de la vida y más en profundidad de la calidad de vida. Mientras las tecnologías dan pasos de gigante, la reflexión y la conducta humanas, sociales, éticas elevan otro ritmo más lento…Parece que el factor más importante del destino de las personas es la misma calidad humana; al igual que la misma vida religiosa parece que desprende de la calidad de vida religiosa. Impresiona en el Evangelio de Juan la profundidad del Misterio de Dios: “En el principio…” y al mismo tiempo llega como a las raíces más hondas del ser humano:”Se hizo carne, como nosotros, en la debilidad de la existencia”. Toca fondo. Y en ese inmenso recorrido desde los
Semana Santa 2012 El Quinó
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El Memorial de la misión de Semana Santa 2012 El espíritu salesiano sin límites... Sandra García Hija del Divino Salvador Durante la pasada Semana Santa, las Hijas del Divino Salvador, acompañadas de dos estudiantes del Colegio Salesiano San Luís, por un diácono permanente y su esposa, impulsadas por el amor a los más necesitados, tomaron camino rumbo a la Aldea El Quinó (estado Mérida), sin importar la distancia y el sacrificio. Cruzaron valles y montañas, ríos y quebradas, en carro y a pie, bajo el sol y bajo la lluvia... y en encumbradas carreteras que solamente se puede acceder en vehículo doble tracción y con cadenas en los cauchos, en mula o a pie; todo ello, porque el espíritu salesiano no tiene límites, porque donde hay un joven o un niño, ahí hay un alma que salvar y llevarlo a Dios, y porque como misioneras salesianas el corazón les ardía por compartir no solo el pan de cada día, sino también el Pan de la Palabra. Estar entre la gente sencilla y
Para que los memoriales no se pierdan en el camino...
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¿Por qué hacer el propio blog? ¿Por qué llamarlo “memoriales”? El día 5 de diciembre de 2011 fue, para mí, como volver a nacer. Me intervinieron, en la clínica El Ávila para drenar un hematoma “subdural”, que se había creado en mi cerebro. Y lo hicieron en el momento oportuno, cuando yo empezaba delirar y a ser inconsciente de lo que sucedía en mi entorno. Se fueron dando una serie de circunstancias, en las que Dios ciertamente ha estado presente y en las que, con la responsabilidad profesional del doctor Ernesto Carvallo, adquirí de nuevo la conciencia de volver a vivir, respirar, sentir, pensar… Ha sido un renacer a la vida, por el cuidado brindado por muchas personas y por gratuidad del amor de Dios. Como bien escribía san Ireneo: “De la misma manera que los enfermos demuestran cuál sea el médico, así los hombres manifiestan cuál sea Dios”. Por eso continúa apuntando: “La gloria del hombre es Dios; el hombre, en cambio, es el receptáculo de la actuación de Dios, de toda su sabi